El incremento de llegadas irregulares de migrantes a costas andaluzas constituye una emergencia que demanda respuesta urgente. Aunque la administración directamente concernida sea la del Estado, el desbordamiento de los centros de internamiento de extranjeros y de los dispositivos de ayuda humanitaria provoca la puesta en libertad de grupos de personas sin documentación, ni conocimiento del idioma, ni apenas referencias, que exige una primera respuesta humanitaria desde los servicios sociales municipales y la sociedad civil. Josep Buades Fuster SJ, desde la Asociación Claver SJM nos presenta estos Apuntes sobre población inmigrada en Andalucía, que pretenden ser una herramienta para abordar acciones con cierta perspectiva y atendiendo la evolución de las cifras, más allá de una foto fija.
Vale la pena leerlo, eso sí, como bien lo indica el autor, al trabajar con cifras estadísticas provisionales, el contenido de este informe no puede pretender más que ser apuntes que ayuden a vislumbrar el fenómeno migratorio en Andalucía, con referencias al conjunto de España. Puede ser una herramienta útil, siempre que se tomen las cifras con cautela, y se observen más tendencias.
El examen de las cifras más recientes de población extranjera, africana y natural de una serie de países africanos, empadronada y titular de autorización de residencia, revela su poca importancia numérica en Andalucía y sus provincias, salvo la población de origen marroquí y, según casos, de origen senegalés, maliense o nigeriano. Con todo, esas cifras apuntan a un cierto problema de irregularidad administrativa, pero no desmesurado. Las cifras estadísticas deben tomarse con mucha cautela: aproximan a la realidad, no la reflejan con exactitud. Pero, si la población africana tiene una importancia relativamente escasa en Andalucía: ¿qué grupos de población de origen inmigrado merecerían más atención, tanto por su talla, como por su dinámica creciente o por la magnitud de posibles bolsas de irregularidad administrativa?
El incremento de personas migrantes que llegan irregularmente a las costas andaluzas, iniciado en 2016 e intensificado sobremanera en 2018, sesga la mirada sobre el fenómeno migratorio en su conjunto. En 2015, llegaron 4.124 personas migrantes por vía marítima en la zona del Estrecho: 6.730 a costas de Almería, Cádiz, Granada y Málaga. En 2017, fueron 20.757 las personas llegadas irregularmente a costas peninsulares y baleares: 13.360 en el primer semestre de 2018 (17.320 en toda España).
Son cifras importantes. Detrás de las cifras hay personas que cruzan el mar de Alborán en Zodiac y el Estrecho en Zodiac o en balsas de goma de juguete, por no contar quienes se aventuran en moto acuática u otros procedimientos menos usados (polizones en buques de pasajeros o mercancías, incluso dentro de vehículos transportados por los transbordadores). En cualquier caso, métodos arriesgados. Puedes descargar el documento completo aquí: Apuntes población inmigrada.