El sábado 21 de octubre celebramos juntos el Día de Claver en el Centro Arrupe y ha sido una ocasión privilegiada para hacer posible la Hospitalidad,el encuentro, la solidaridad.

Este año las asociaciones han tenido un protagonismo importante, pues han participado desde las reuniones previas de organización junto a voluntarios y técnicos.
Aunque ya dedicaremos tiempo a la evaluación, queremos expresaros nuestro agradecimiento por tanta entrega y por habernos hecho experimentar la riqueza de la diversidad cultural, la amistad, la cercanía que hace posible ir construyendo ciudadanía inclusiva.
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Y recogemos también las palabras de nuestra compañera Teresa González, uno de tantos que ecos recibidos : «Vivimos en una ambivalencia eterna: no podemos olvidarnos del mal pero tampoco de la felicidad» estas palabras del premio Príncipe de Asturias de literatura no dejan de resonarme estos días. En medio de días convulsos, de estar cerca de personas que viven la privación real en sus vidas el poeta nos recuerda que en medio de todo eso tenemos que cantar y encontrar la felicidad. Disfrutar el día de Claver ha sido un poquito de eso. Asumir la ambivalencia eterna y celebrar la vida entre música y rica comida peruana.